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Vidas pasadas: Realidad o ficción?


Mucho se ha escrito, dialogado, polemizado y concluído acerca del tema de las vidas pasadas, en primera instancia, este ha sido un tema tratado desde hace ya muchos años por generaciones anteriores y por culturas ancestrales, de hecho, en el pasado antiguo consideraban a la reencarnación como un hecho incuestionable, algunos arqueólogos incluso, consideran que ya en la edad de piedra (10,000-5,000 a.C), se lo tomaban muy en serio al enterrar a los muertos en posición fetal, para así poder facilitar su “renacimiento” a una nueva vida. En la antigua Europa, en Inglaterra y Escocia, por ejemplo, creían que el alma humana podía renacer en algún animal, así, según el folclore británico y bretón, las almas de los pescadores renacían en las aves como las gaviotas, y las almas de los niños no bautizados vuelan en el aire como aves. De acuerdo a diversas investigaciones, fueron los celtas quienes comenzaron a construir toda esta doctrina que posteriormente, derivó en filosofías como el hinduismo y el budismo.

En África, es común que la mayoría de las tribus y etnias crean en el renacimiento, tanto en formas humanas como en insectos, plantas o animales, en realidad es una idea bien acogida y se perpetúa a través de las generaciones, es por todos conocida, la práctica del “vudú”, en la que una persona recién fallecida puede ser devuelta a la vida mediante la utilización de sustancias y rituales especiales (mejor conocidos como rituales de magia negra) y aunque las personas suelen regresar y permanecer en un estado catatónico, sus órganos vitales son funcionales otra vez.

Sin embargo nuestro enfoque es más espiritual e inmaterial, por ejemplo, en el norte de Guinea, los habitantes adoran a los monos, a las serpientes y a los cocodrilos porque consideran que son habitados por las almas de los muertos, algunos nativos de Nueva Guinea no comen pescado, puerco y algunas aves por la misma razón; en Célebes, creen que hay TRES almas:


INOSA (el principio vital)

ANGGA (el principio intelectual)

TANOANA (el principio divino, este último, abandona el cuerpo hasta el final, convirtiéndose en parte de alguna planta o animal cumpliendo así, el ciclo sin fin de la vida).


Los aborígenes australianos creen que las personas vivas, son almas viejas, de personas que mueren y permanecen deambulando hasta encontrar un cuerpo adecuado qué ocupar. Los indios Tlingit de Alaska, creen que las almas de los muertos renacen dentro de su propio seno familiar, si una mujer embarazada sueña con algún pariente fallecido, se cree que este, ocupará el cuerpo de su hijo para terminar con su misión y sus pendientes aquí en la tierra. Lo mismo ocurre con los esquimales y algunas otras tribus de América del Norte.

Los indios de Nuevo México consideraban que el alma de un bebé o niño moribundo regresaría a ocupar su mismo espacio en la familia, siempre que este fuera enterrado muy cerca del hogar; los incas momificaban a sus muertos porque creían que el alma podría regresar en algún momento a ocupar ese mismo cuerpo, por lo tanto, este debía permanecer intacto y en excelentes condiciones para el renacimiento. Es en los países donde más se practica el hinduismo o el budismo, que la gente lleva la creencia de la reencarnación mucho más arraigada, a diferencia de Occidente, en que la cultura y los parámetros educacionales, de cultura, ciencia y sociedad no permiten que estas creencias sean tan tomadas en serio.

Ahora bien, una de las formas más eficaces de acercarse a este tema tan paradigmático, es a través de la HIPNOSIS, muchos especialistas, a lo largo de la historia de esta metodología, se dieron cuenta de que una persona, podía acceder a esta información a nivel inconsciente si se le permitía llegar hasta ahí. Psicólogos como Brian Weiss, se encargaron, por muchos años, de documentar todas aquellas sesiones hipnóticas en las cuales sus pacientes accedían a momentos específicos en sus vidas pasadas, estableciendo de manera clara y conscisa, lugares, épocas, fechas, nombres, características y una descripción muy meticulosa de detalles como la vestimenta, el tipo de moneda que usaban, el transporte, las construcciones, las profesiones e incluso, muchas de estas personas han podido hacer esta descripción mediante la utilización de otro lenguaje, ya sea extranjero o bien, alguna lengua extraña que en ocasiones puede reconocerse como hebreo, latín o alguna otra.

Lo más curioso y extraño, es que las personas tienen la capacidad de revivir momentos muy específicos en los que alguna situación difícil, trágica o dolorosa se presentó en esa vida en particular, siendo esto una pista importante para resolver situaciones actuales. También son bien conocidos algunos casos de posible reencarnación, en los que niños, particularmente, son capaces de recordar detalles muy específicos de su vida anterior, como el caso de Ian Hagedorn, cuyo caso de posible “re encarnación” ha sido bastante estudiado, él aparentemente, fue su propio abuelo, quien murió de un disparo en un asalto. El caso de James Leininger, quien asegura haber sido un piloto de la Segunda Guerra Mundial y cuenta detalles muy exactos y bien documentados que nos permiten observar esta historia con mucha objetividad; el caso de Ismail Altinklish, nacido en Turquía y quien decía ser un hombre que vivió en las cercanías y cuyos detalles en la historia pudieron ser corroborados por quienes investigaban el caso y así, casos extraños y extremos hay muchos, algunos de estos niños muestran marcas de nacimiento que al parecer, concuerdan con las heridas mortales de quienes dicen, eran en otra vida.

Partiendo de lo personal, yo no podría afirmar que se trata de vidas pasadas, pues no existe ninguna metodología o procedimiento “científico” que nos permita medir y corroborar con evidencia contundente que este fenómeno tiene que que ver con la reencarnación, sólo sé, en mi propia experiencia, que es fascinante y maravilloso poder ser testigo de esta clase de viajes en el tiempo por parte de quienes se someten a las terapias regresivas, no puedo afirmar que se trata de una cosa o de otra, lo único que puedo suponer, es que hay información (a veces muy precisa y detallada) a la cual, la mente inconsciente tiene acceso, ignoro si se trata de una “neurosis” provocada por la propia mente para subsanar cuestiones pendientes, traumas, vivencias, frustraciones, miedos o decisiones erróneas, en una aparente “despersonalización” o si estamos frente a un fenómeno real e inexplicable en el que se prueba que la consciencia trasciende la vida y la muerte.


Cualquiera que sea la verdad objetiva sobre este fenómeno, lo cierto es que, el ser humano, desde el ámbito psíquico, muy profundo, tiene una conexión intensa, perenne e indestructible con toda aquella información con la que tuvo contacto en algún momento. La epigenética, como ya lo hemos mencionado anteriormente, también juega un papel importante, pues el ADN no es un programa de instrucciones imborrables, sólo relacionadas con las características físicas de un ser, al contrario, se trata de una estructura flexible y vulnerable de ser modificada por los diversos factores externos que conforman el entorno en que se desarrolla un individuo (incluídas las vivencias y las emociones).


Sin importar lo que cada persona crea sobre esto, es ampliamente recomendable vivir la experiencia y obtener nuestras propias conclusiones y maravillarnos, nuevamente, de la mente y de su poder infinito para mostrarnos el camino y auto resolverse!.


Solaris de Gaia

 
 
 

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