Sobre la Conciencia Colectiva
- Maribel Ortega

- 18 abr 2019
- 3 Min. de lectura
Émile Durkheim (1858-1917), sociólogo y antropólogo francés, fundador de la sociología moderna, creía que los individuos son el producto de fuerzas sociales complejas y no pueden entenderse fuera del contexto social en el que viven, él propuso la definición de Conciencia Colectiva de la siguiente manera:
“El conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de los miembros de una misma sociedad, conforman un sistema determinado que tiene vida propia que podemos denominar: Conciencia colectiva o común. Es algo completamente distinto a las conciencias particulares, aunque sólo se realice en los individuos”.
Durkheim consideraba que la “conciencia colectiva” es mucho menos importante en una sociedad con solidaridad orgánica que en una sociedad con solidaridad mecánica. Es más probable que los miembros de una sociedad moderna se mantengan unidos por la división del trabajo y el establecimiento de funciones, que mediante una conciencia colectiva poderosa. Con el tiempo, Durkheim abandonó este concepto de “conciencia colectiva”, para re integrarlo en el término “representaciones colectivas”, cuyos parámetros son más deterministas, cuadrados, medibles y cuantificables, hacen referencia a: La familia, la ocupación, el Estado y las instituciones educativas y religiosas, dejando fuera, muchos más aspectos relacionados con la diversa fenomenología social.
Especialistas de diversas áreas como la física, la sociología, la psicología o la psiquiatría, colocaron su atención en este concepto y más allá de simplemente encajonar sus características en un “método científico”, lo utilizaron para explicar diversos fenómenos ocurridos en la naturaleza y en las dinámicas sociales e individuales de las personas que acudían a consulta. Para comprenderlo mejor, podemos utilizar varios ejemplos en la naturaleza, los animales, carecen de la habilidad del razonamiento, sin embargo, poseen cierta información desde que nacen, que les permite la supervivencia, algunos de ellos lo hacen a través de mantenerse en grupos, siguiendo reglas sencillas. que cuando son seguidas por todo el grupo, resultan en acciones completamente optimizadas y en estrategias de supervivencia exitosas, como por ejemplo, las colmenas, las colonias de hormigas, las manadas de elefantes, ñus, leones, monos y, las manadas de lobos, conocidas por las conductas precisas de sus miembros y el imperante liderazgo que acciona sobre ellos. Todo esto, es perfectamente observable en el ámbito de lo material en la naturaleza, porque incluso ocurre con los seres humanos.
El experimento del Mono 100 o de la Masa Crítica (http://www.morfologiawainhaus.com/pdf/textosBall,%20Phillip.%20Masa%20critica.%20Cambio,%20caos%20y%20complejidad.pdf), nos trae otro ejemplo de cómo puede transmitirse la información de lo individual a lo colectivo, aún cuando esa información no tenga contacto “físico” con los miembros del núcleo social, tal como ocurre en las familias y en la información que se transmite de generación en generación, a través de la inclusión de la misma a nivel celular o a través de otros medios, como son los “campos mórficos” (http://www.gadu.org/wp-content/uploads/95565925-Una-Nueva-Ciencia-de-La-Vida-by-Sheldrake-Rupert.pdf), ambas, nuevas maneras de expresar este nuevo conocimiento sobre la transmisión de información de manera colectiva.
Hasta este momento, se creía que la información se manejaba de manera sólida, a través de la observación de los comportamientos, sin embargo, nuevos estudios y comprobaciones nos permiten saber que hay información que se transmite, de manera sistemática, ordenada y eficaz hacia todos los miembros de la colectividad o el “sistema” en una forma de consciencia poderosa y efectiva que permite que todos los miembros se integren, incluso de manera inconsciente a las nuevas estrategias de supervivencia y funcionamiento de dichas colectividades. Es una nueva manera de entender nuestro comportamiento individual y de grupo, el sistema al que pertenecemos se afecta directamente con nuestros pensamientos, emociones y conductas, y así, de manera recíproca, somos afectados en consecuencia por estos factores colectivos, a nivel individual, tal como ocurre en las distintas y diversas culturas y países, organizaciones, grupos sociales, religiones y por supuesto... FAMILIAS (transgeneracional)!.
Fuente: "El Centésimo Mono" de Ken Keyes Jr. y “La Conciencia Colectiva” de Émile Durkheim





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