La información del transgeneracional
- Maribel Ortega

- 18 abr. 2019
- 5 Min. de lectura
Ya hemos tratado brevemente el tema de la Epigenética y el impacto sobre nuestra mente, conducta y decisiones que ejerce la información de nuestro entorno al momento de crecer y desarrollarnos, pues bien, el tema de lo transgeneracional, es de un valor incalculable al momento de resolver crucigramas y rompecabezas sobre dramas familiares vividos en el pasado y que se presentan en las generaciones subsecuentes como una situación por resolver, y para ello, la conciencia familiar, elige diferentes maneras para afrontarlo, ya sea con una enfermedad, con la repetición del drama y sus similitudes o bien, con la contra posición, es decir, la acción opuesta a la situación experimentada y que en su momento, provocó gran dolor, angustia, sufrimiento, miedo, ansiedad, etc., recordemos que el elemento disparador de todo siempre resultan ser las emociones, tanto aquellas que fueron expresadas como las que se vivieron en silencio, con sigilo, miedo o vergüenza en diversos escenarios.
La palabra “transgeneracional” como tal, no tiene una definición oficialmente aceptada, de hecho, la primer persona en utilizarla fue la psicóloga Anne Anceline Schützenberger en su libro llamado “Ay, mis ancestros”, en el que presenta su terapia transgeneracional psicogenealógica contextual, que profundiza sobre la premisa de que la consciencia del ser humano es un eslabón más que une a las generaciones del árbol a través de los años e incluso, trasciende la vida o la muerte. El mismo Freud acotó diversos de estos descubrimientos gracias a sus múltiples sesiones y observaciones, al igual que lo hizo Carl G. Jung junto con otros autores y especialistas, en su momento.
Tal como se esclarece en el tema de la Epigenética, nuestras células (ADN), poseen ciertas características que les permiten, la auto modificación para una flexible adaptación a lo que ocurre a su alrededor y con ello, preservar la vida y la especie... perpetuar la FAMILIA!. Lo transgeneracional se refiere más bien a la “transmisión de información de generación en generación” y en resumidas cuentas, nos plantea la idea de que nuestra consciencia posee, más allá de su propia naturaleza e influencia de factores externos, cierta información que le fue transmitida desde el momento de su propia concepción. Esta información, puede hablarnos de muchas cosas, pero lo que verdaderamente genera un impacto a veces “caótico” para la persona, son precisamente todas aquellas experiencias y circunstancias vividas por los ancestros de manera difícil o traumática, como guerras, violaciones, robos, despojos, asesinatos, abandonos, adopciones, engaños, traiciones, infidelidades, carencias, hambrunas, injusticias, frustraciones, temores, incestos, enfermedades, encarcelamientos, extravíos, conflictos, exilios, desamores, muertes, duelos, silencios y secretos.
Todas aquellas experiencias que provocaron una emoción impactante para la familia y sus miembros y de lo cual dependía su sobrevivencia o su estabilidad, sin duda, va a generar en lo futuro alguna reacción pendiente de la cual, algún miembro “escogido” tendrá que dar cuentas con su propia vida y decisiones, podríamos entenderlo como una reacción en cadena, como se describen en la frase “Los padres comen uvas y los hijos rechinan los dientes”, incluso varios versículos bíblicos tratan directamente este tema: “Números 14:18. El SEÑOR es lento para la ira y abundante en misericordia, y perdona la iniquidad y la transgresión; mas de ninguna manera tendrá por inocente al culpable; sino que castigará la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación.
Existen diversos canales para hacer visibles estas conexiones de información, como son nombres, fechas de nacimiento, fechas de defunción, enfermedades o accidentes ocurridos en similitud de circunstancias a ciertos miembros de la familia y es que, a nadie nos pasa por alto cuando nos enteramos que “Pedro murió a los 27 años en un accidente de auto, tal como le sucedió a su padre, también llamado Pedro ... “La tía Roberta tuvo un hijo con parálisis cerebral, al igual que su abuela... La Familia de los Talamante siempre se han mudado de país, porque en su historia familiar ancestral hay diversas historias de guerra, huídas, desapariciones y exilios durante la guerra, etc. Hay historias como granos de arena en el mar, sin embargo, cuando nos tomamos el tiempo de observar nuestra propia vida o decisiones, podremos encontrar alguna similitud en algo con algún familiar cercano o bien, habremos hecho lo extremadamente opuesto y con esto, habremos reparado algún drama familiar del pasado.
Es muy común, en psicoanálisis, que una persona se presente con la necesidad de cambiar algo que en su vida no cuadra, con la necesidad de trascender algo que le impide avanzar o empoderarse para decidir mejor, superar algo que le obstaculiza el camino hacia lo que desea o cree que desea y casi siempre, por no decir que en el 100% de los casos, existe una historia familiar repitiéndose en la vida de uno de los nuevos miembros con el fin de que esta, pueda conocer esta historia, comprenderla, empatizar y por supuesto, desde una nueva perspectiva, superar el drama y generar nuevas creencias respecto a esta situación que ocurrió en el pasado y que puso en jaque a uno o varios miembros de la familia en el nivel de supervivencia.
Leer esto de forma subjetiva, tal vez no nos permita profundizar en el significado de esta información, pero es más complejo de lo que podemos pensar. Esta información existe y se transmite con el fin de preservar la vida y la familia en sus diversas ramificaciones, es un eficaz método de la conciencia familiar para auto preservarse y mantenerse y, aunque a veces parezca una distorsión muy inadecuada y conflictiva para quien lo vive inconscientemente, lo cierto es que, si logramos entender que esta información debe ser conocida, comprendida y trascendida para ayudar a nuestro propio clan a salir del agujero de repeticiones y reparaciones de dramas en que se encuentran todos sus miembros, es que podremos agradecerla y mirar con ojos de compasión, amor y agradecimiento a nuestros ancestros, pues recordemos que, la familia es un sistema sinérgico, perfectamente conectado y sincronizado en todos sus puntos para darle funcionalidad, lo que le sucedió a mis abuelos, tíos, padres o hermanos, y que en su momento, no supieron manejarlo apropiadamente y lo han vivido “mal”, sin duda, esa carga emocional, psíquica y energética que le da funcionalidad a la familia, habrá de afectar directamente a los miembros que vendrán en el futuro.
La familia es un elemento cuyas características, en su naturaleza pueden entenderse mediante uno de los paradigmas herméticos: “Como es arriba, es abajo, como es adentro, es afuera” y la familia es un organismo vivo, que late y vibra con cada emoción y que, por supuesto, se encuentra conectado en toda su extensión y a través de todas sus ramificaciones, es el principio de la “No Localidad” (Alain Aspect,1983), que también se aplica perfectamente al sistema familiar. Todos los miembros del clan familiar, han surgido de la misma materia, sólo que en distinta modalidad y momento, porqué no habremos de entender que también somos información y que esa información es transmitible, modificable y regrabable a través de la vida por diversos medios físicos que aún no se logran descifrar o hacer comprensibles del todo?.





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