La influencia del ritual y el simbolismo en la mente humana

La realización de rituales “místicos” ha acompañado al hombre desde las primeras civilizaciones antiguas e incluso mucho antes. El hombre, en su intento por comprender la vida, la muerte, su entorno y los significados que guarda la naturaleza para él, decidió hacer representaciones simbólicas para poder explicar esos fenómenos y así, encumbrarse en un mayor dominio del mundo material conocido y su propia naturaleza espiritual.

Cada elemento natural percibido por el hombre, representó en su momento algo; un miedo, un dios, una promesa, una emoción, un decreto, una esperanza, una demanda, un llamado, una súplica, un deseo, un sello o una profecía. El hombre y su inacabable capacidad de observar el mundo, el cielo, las estrellas, la lluvia, los ríos, los rayos, el mar, la piedra, el fuego, las cuevas, la tierra, los volcanes, los sonidos, la energía de lo femenino y lo masculino, el bien y el mal, etc., le permitieron encontrar, al menos para él, un sentido diáfano y puro que le conectaba a él con si mismo y con todas las cosas alrededor, en el universo, y esta idea, no era privativa para quienes ejercían el poder u ostentaban posiciones políticas o económicas importantes, sino era una concepción de la vida y más allá de esta mucho más incluyente, pues todos los esfuerzos humanos en cuestión de trabajo, reflexión, modo de vida y creencias, se encaminaban hacia rendir culto a todas estas representaciones simbólicas con el fin de, agradar para obtener vida, victoria, fertilidad, abundancia o sabiduría… el hombre siempre ha sentido, más allá de su formidable capacidad de razonar sobre los aspectos lógicos de la materia, la necesidad de comprender todo para conectarse, para mirarse a sí mismo a través de los demás y para sentirse parte de el todo que le rodea.

Cuando hablamos de civilizaciones antiguas, es imposible no pensar en la evidencia que existe sobre la importancia que tenía, en aquellos entonces, la espiritualidad y la realización de diversos cultos y rituales (llamados malamente “paganos”), como parte de una ramificación cultural, humana y espiritual de gran valor para las personas de aquella época. Desde el desarrollo de diversas artes y ciencias como la alquimia, la filosofía, la astronomía, etc., el hombre siempre ha buscado encontrar los secretos que guarda el universo a través de la comunicación y conexión con los diversos elementos naturales y representativos que han sido parte de la historia del hombre sobre la tierra desde sus inicios.

Cada representación visual, guarda un significado, ese significado es comprendido, vivido y asimilado por miles de consciencias humanas a través del tiempo y es así, que adquiere su verdadero poder. El famoso Carl Jung, ya nos ha hablado de la conciencia colectiva y de la tremenda importancia que guarda el lenguaje simbólico para la mente inconsciente de cada persona, pues esta, se encuentra conectada con toda esa información ancestral colectiva que en algún momento, determinó las conductas, sentimientos, emociones y destinos de nuestros ancestros.

En hipnosis, es muy relevante el tema pues para ayudar a la mente a encontrar un cambio sustancial desde sus adentros, es muy importante conocer y utilizar el lenguaje simbólico, pues la mente humana a nivel subconsciente, lo comprende a la perfección y encuentra todo un sentido preciso a cada representación visual que le exprese una idea y un contexto específicos.

Así pues, podemos resumir que, un símbolo surge cuando un individuo o grupo de individuos (colectividad), vive una experiencia determinada y la relaciona directamente con alguno de los elementos hallados en el entorno al momento de ocurrir dicho acontecimiento, para bien o para mal, este se conecta mental y energéticamente, no sólo con el símbolo y su significado, sino con la consecuencia de asumir que es REAL.

Todas estas memorias son repetidas, atesoradas y posteriormente convertidas en “tótems” que son respetados y asumidos como fuente de conocimiento, sabiduría, energía, favores, entidades, fuerzas, deidades, etc., a lo largo del transcurso del hombre por la historia.

Un ritual ejerce un poder sobre la mente humana que ha sido infravalorado por la ciencia moderna y por las corrientes de pensamiento neo social, porque accede, mediante el lenguaje simbólico que el inconsciente conoce e interpreta a la perfección, y con esto, puede desterrar cualquier miedo o vieja creencia, o bien, generar alguna nueva instrucción, pues se convierte en una instrucción exacta y contundente que invita al ser humano a cambiar su emoción y su pensar, desde lo más profundo, a veces sin que se dé cuenta.

El simbolismo ancestral, se encuentra por todas partes; en las pirámides, en antiguos templos y ruinas, en imágenes, en pinturas, en iglesias, en santuarios e incluso en la forma en que fueron colocadas algunas piedras y monumentos, todo ello guarda las emociones, miedos, pensamientos, alegrías, agradecimientos, castigos, triunfos, rezos, pedimentos, maldiciones, energías, movimientos y demás decretos y conjuros realizados por civilizaciones enteras, conocidas y desconocidas por el hombre actual… ahí radica el poder del simbolismo y del ritual.

Mary O.

Hipnosis, PNL & Bioneuroemoción®

Solaris de Gaia, Bienestar Integral