Hipnosis: ¿Cómo es una inducción hipnótica?. Rompiendo el paradigma
- Maribel Ortega
- 27 feb 2020
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 11 oct 2022

Ya en un artículo anterior, hablamos sobre la historia de la hipnosis, su posible origen, su utilización como medio recurso terapéutico o como medio de entretenimiento, sus desarrolladores y sus innovaciones; hablamos sobre su origen ancestral y de cómo, viejas civilizaciones la utilizaban para inducir en las personas, estados de conciencia alterados en los que pudieran acceder a sus propios conflictos e información con el fin de brindar equilibrio emocional y con ello, devolver la estabilidad psíquica y física de quien acudía a esta práctica.
Ahora bien, dejaremos eso en el ámbito del "método", de la investigación y el periodismo, en la fórmula teórica de lo que muchos creen que es la hipnosis, muy al margen de esto, es mi intención hablar con toda sinceridad sobre lo que significa, para un hipnotista y un hipnotizado, una sesión de hipnosis, y para ello, trataré de utilizar un lenguaje claro y asequible.
Para empezar, he de contarles que, no toda la gente es susceptible de ser hipnotizada con facilidad, pero que sin embargo, hay técnicas o mejor dicho "mañas" que te brinda la experiencia como hipnotista, para relajar lo suficiente a una persona y llevarla a este estado, es verdad también, que es necesario un ambiente acogedor, discreto, silencioso, cómodo y confiable, que le brinde al hipnotizado la sensación de confort y seguridad, y ni hablar de las características que debe poseer el hipnotista, para cumplir con este fin. Es muy común que la gente llegue al consultorio, se coloque en el "sillón de hipnosis" y sienta una dócil e inesperada necesidad de abrirse y contar lo que le sucede, así sin más. Hay personas sumamente controladoras que no permiten el acceso a sus más íntimos secretos mentales, por ello, es necesario generar en las personas una confianza natural y espontánea, que siempre surge de las intenciones honestas, éticas y humanas del hipnotista, por ayudar en lo posible a quien le brinda la confianza de ser hipnotizado.
Un hipnotista debe cumplir con las siguientes características, en su práctica profesional:
1. Evita hacer juicios sobre lo que le sucede a la persona
2. Busca la mayor objetividad en los hechos que le describen
3. Conecta con la persona, sus emociones y sus necesidades
4. Habla con claridad sobre lo que va a ocurrir y los resultados que se pueden esperar
5. Mantiene una actitud abierta, respetuosa, amable y sobre todo, concentrada en la información que recibe antes, durante y después de la sesión hipnótica
6. Un buen hipnotista, siempre va a tomarse el tiempo que sea necesario para conocer a la persona, sus estructuras mentales y emocionales y para tratar de entender de dónde proviene el problema, nunca va a mirar el reloj, ni te va a apresurar o a presionar para que hables de cosas con las cuales no te sientas cómodo(a)
7. Te brindará las herramientas necesarias para que logres comunicar tus problemas y necesidades
8. Un buen hipnotista, posee una gran grama de recursos creativos y de improvisación para facilitarte la resolución de conflictos, conoce muy bien el lenguaje simbólico de la mente inconsciente y la utiliza de manera estratégica para ayudarte a abrir puertas y desbloquear información
9. Pondrá toda su energía y concentración, toda su fuerza y buena intención para ayudarte a traspasar tus miedos más profundos, y así, logres avanzar hacia una nueva programación mental
10. Un buen hipnotista nunca va a pedirte que hagas algo que va en contra de tu estructura de valores, al contrario, te ayudará a que indagues y descubras tu propio potencial creativo y con ello, logres alinearte a los propósitos de tu ser
Recuerda que, en todo momento, es la persona hipnotizada quien tiene el control de lo que ocurre, el hipnotista es una guía nada más, toda la información a resolver, está contenida en la mente de quien se somete a la sesión.
Una vez aclarados estos puntos, comenzaré a explicarte en qué consiste, a grandes rasgos, una sesión de hipnosis.
Los primeros aspectos a considerar para iniciar con una sesión exitosa son: El lugar y el ambiente, la comodidad, la respiración, la relajación, la visualización, la conexión emocional, los diversos estímulos que le proveen sus recuerdos, la estrategia en caso de bloqueos por miedos profundos y la re programación que induzca el hipnotista.
La hipnosis se utiliza para acceder a nuestra zona inconsciente, es decir, a ese lugar en nuestra mente en que almacenamos la información más importante en cuanto a programas, experiencias, emociones y creencias adquiridos desde la primera infancia y que, subyacen debajo de nuestras decisiones "conscientes", que operan y dirigen la proyección material de nuestra realidad. Son esos archivos encriptados que requieren de una "contraseña" para poder ser abiertos.
Cuando la persona logra un buen nivel de relajación, comienza a fijar su concentración en la sesión, en su respiración, en lo que sucede, en lo que se le indica que haga, en las visualizaciones que produce y en los recuerdos que vienen a ella; es ahí, que el "ego", que es esta construcción mental y arcaica encargada de brindarnos supervivencia y adecuación a la vida, se distrae, se duerme y gracias a ello, podemos conectar muy fácilmente emociones, recuerdos, sentimientos, y verdades ocultas, o no reconocidas. Hay tanta información, como vidas vividas, sin embargo, en hipnosis, nuestra mente sabia siempre trae al frente lo que es importante, en orden de urgencia o prioridad, es decir, la mente comienza a resolverse sola, como si de una invocación de un ser superior se tratara.
No hay cabida para el error, es decir, la mente no va a imaginar o crear nada que no sirva para sanar o desbloquear a una persona, es una mentira rotunda y vulgar, aquello que dicen que "te puedes quedar en el trance", no existe ningún caso documentado que corrobore dicha información, además de que, es por demás imposible manipular a ese grado una mente, pues como ya hemos dicho antes, la hipnosis, es una herramienta para aliviar el estrés mental y emocional, no lo contrario, tendríamos que acceder a una zona cerebral específica y dañar las conexiones neuronales para que eso sucediera. Es imposible, pues los cambios a nivel inconsciente, son paulatinos, es decir, se planta la nueva información y al cerebro le toma un tiempo adecuarse a ello y comenzar a operar en estas nuevas directivas, hablamos de semanas o meses incluso, mientras que la persona continúa viviendo su vida y su cotidianidad sin ningún problema, todo lo contrario, sintiéndose liberado, tranquilo, sereno y confiado.
En hipnosis, una persona puede recordar vívidamente un acontecimiento experimentado en el pasado que le provocó gran angustia, miedo y dolor, el hipnotista entonces, hace uso de su extenso conocimiento y técnicas para modificar el escenario y con ello, la percepción y emociones que experimenta una persona, porque recordemos que, para la mente, el tiempo lineal no existe, para el cerebro se trata de vivir físicamente la experiencia, repetirla realmente, por ello, es tan eficaz la hipnosis, porque no cambiamos el pasado, pero si modificamos la percepción y el entendimiento de lo que sucedió, por parte de la persona hipnotizada y con ello, cambian sus emociones y sus creencias al respecto, sucede la magia, sucede la sanación... la mente nos permite hacerlo con gran eficacia y eso es un regalo.
Realmente no hay nada extraño ni paranormal en esta práctica, se trata únicamente de acceder a la información y modificarla para que la persona pueda continuar con otras bases y otras creencias, desconozco el porqué del oscurantismo en esta metodología y el porqué hay tanta información equivocada y falsa alrededor, cuando se trata básicamente de un recurso de sanación y re programación real, con resultados óptimos comprobables, medibles y cuantificables.
Una sesión de hipnosis, es un viaje a través de los pasajes de tu propia historia, donde no sólo te enfrentas a tus miedos y tristezas del pasado con una gran valentía, sino que puedes modificarla a tu antojo, para ayudarte a convertirte en lo que realmente deseas y mereces. No somos responsables de lo que nos sucedió, pero si somos responsables de sanar, de perdonar, de entender y sobre todo, de decidir todo aquello que realmente deseamos ser.
Autoría Maribel Ortega, Solaris de Gaia Sanación Theta, México, Octubre 11, 2022
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